por Julio Alonso | Oct 15, 2014 | Internet y la Ley, Medios
Hoy se ha aprobado en el Senado la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI). Ahora vuelve al pleno del Congreso para su aprobación definitiva. Como ya comenté en su momento, Google ya ha anunciado que de aprobarse definitivamente, cerrara Google News en España. Triste logro ser el primer país democrático en el que Google tiene que cerrar este servicio. Y juro que he estado muy tentado de poner democrático entre comillas o en itálicas.
A raiz de esto, Pepe Cervera, Luisfer Ruiz y yo hemos tenido un intercambio de opiniones sobre si, en un supuesto de retirada de los medios de AEDE de Google sufrirían más estos o Google.
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por Julio Alonso | Jul 22, 2014 | Evolución Digital, Internet y la Ley, Medios, Política y Relaciones Internacionales

Hoy se ha aprobado en el Congreso la modificación de la Ley de Propiedad Intelectual, que incluye, entre otras medidas en su mayoría también bastante deplorables, el ya famoso CanonAEDE. En realidad no se ha aprobado en el pleno del Congreso, sino en la Comisión de Cultura, en teoría formada por Diputados expertos en estos temas. El nivel de conocimiento sobre la ley que votaban ha sido francamente patético. Pilar Portero y Ana Cañil lo cuentan con detalle en el Huffpo. Diputados que no sabían qué se votaba, que sólo podían responder generalidades, que se iban antes de terminar la votación porque perdían el avión, que se liaban al votar…
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por Julio Alonso | Feb 21, 2014 | Evolución Digital, Internet y la Ley, Medios
No voy a entrar en el detalle de por qué la prevista reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que presentó el gobierno hace una semana es una insensatez. Creo que Antonio Delgado hace un resumen excelente: Desmontando el canon de AEDE y David Maeztu un muy buen análisis jurídico: Derecho por agregación de contenidos en la reforma de la LPI y su impacto a servicios de internet. Yo mismo toqué el tema en cierta profundidad hace menos de un año: Google y la prensa: cómo serían las cosas si no fueran como son.
Me parece más interesante poner el foco en el impacto que puede tener en el uso de los enlaces y de las atribuciones de autoría en la internet española. Hasta ahora la práctica habitual y extendida es que lo correcto cuando escribes algo que se basa, aunque sea en parte, en algo que has escrito y está publicado en internet es enlazarlo. Esa es la buena práctica introducida en buena parte por los blogs y adoptada también, a veces un poco a regañadientes, por los medios tradicionales en su versión digital. Si tienes una exclusiva yo te enlazo en mi texto para reconocerlo. Se reconoce el esfuerzo, se envía tráfico y se facilita a los lectores la posibilidad de verificar la fuente y de acceder a información adicional sobre un tema que les interesa. Recordemos que en sus orígenes los blogs eran básicamente listados de enlaces interesantes. A estos efectos enlace o enlace + foto + breve texto me parece que son análogos. El valor es similar.
Siempre ha existido gente que se saltaba esto. Gente que no enlazaba cuando la información había salido de otro medio. Gente que te fusilaba el contenido íntegro sin una mísera mención. Nosotros vemos a diario pequeños sitios que simplemente cogen nuestro RSS y lo republican íntegro poniendo sus anuncios. O incluso lo pasan por Google Translate y lo publican en otro idioma. Estas son el tipo de prácticas que son peligrosas en internet y que, si nos ponemos, habría que perseguir.
Pero no, hemos decidido que lo que hay que perseguir es el uso de enlaces y fragmentos no significativos (vaya palabro neolengua). Si se llega a aprobar en los términos en los que está redactada actualmente, cosa que esperemos que no pase, lo más probable es lo siguiente. Google no pagará a los editores. En cualquier caso no pagará por enlazarles usar pequeños fragmentos. Puede que al final llegue a algún acuerdo tipo el de Francia. O, lo que es más probable aún, que cierre Google News en España. Otros agregadores como Menéame se verán obligados a optar entre llevarse la empresa fuera de España o cerrar (gran favor a nuestra competitividad como país en uno de los pocos sectores que generan actividad económica y empleo). Los agregadores internacionales sin presencia física ni de negocio en España (Flipboard, Feedly, Pocket…) se reirán cuando alguien de CEDRO les escriba pretendiendo cobrar y evitarán hacer nada en España. Eso, si a los de CEDRO no se les va la olla y se ponen a reclamar pagos por enlaces a diestro y siniestro considerando que el texto de ancla ya es un fragmento no significativo, que capaces son.
El impacto en toda la red en España será que la gente, por si acaso, enlazará menos. Atribuirá menos las fuentes. Citará menos. Todo esto lo único que hace es perjudicar los usos correctos de contenidos ajenos y beneficiar a los usos incorrectos, que no sólo no desaparecen sino que posiblemente aumenten. Hará que la red en español sea una madeja menos enlazada, menos densa, menos rica que la web en otros idiomas. Gran jugada.
por Julio Alonso | Mar 15, 2013 | Evolución Digital, Internet y la Ley, Publicidad online
Aunque finalmente hoy no va a Consejo de Ministros, la #LeyLassalle sigue su proceso. Hoy se ha conocido un nuevo borrador de dicha ley, que, como cuenta Pablo Romero en El Mundo, ha subido a Internet Ibercrea. Cada vez estoy más preocupado.
¿Qué dice el borrador de la #LeyLassalle?
Creo que habrá tiempo para hacer un análisis detallado artículo por artículo, y hay expertos legales más cualificados que yo para hacerlo. En cualquier caso, después de leer el texto resaltaría estos puntos:
- Copia Privada. Se busca restringir la copia privada con dos finalidades: uno, convertir en ilegal usos que hasta ahora eran legales para que la industria cultural los pueda perseguir y lucrarse con ellos. Dos, reducir los casos de copia privada y por lo tanto las cuantías que el Estado debe pagar a las entidades de gestión como compensación. Me llama la atención que en la redacción actual se confunden torpemente (o quizás no) los conceptos de copia y reproducción, que se excluye a las personas jurídicas del derecho de copia (incluso si compran legalmente los originales) y que se establece que sólo hay derecho de copia privada si es a partir de un “soporte original adquirido en propiedad por compraventa comercial”. Osea, que si mi hermana me regala un disco no puedo hacerme una copia para oirlo en un reproductor de música digital porque yo no lo he adquirido por compraventa comercial. Tampoco queda muy claro si esto incluye los soportes digitales o no. De paso se limita fuertemente el derecho de copia privada en el ámbito de la enseñanza, haciendo una exclusión explícita de los libros de texto.
- Enlaces. Se busca equiparar el efecto de enlazar al de poner a disposición una obra. Esto es un muy importante paso adelante (en la mala dirección) comparado con la Ley Sinde. Se dice que se va contra los que vulneren directamente derechos de propiedad intelectual, para a continuación abrir subsidiariamente a cualquier prestador de servicios que participe. Google ha estado haciendo lobby muy intenso en esta cuestión. Pero no para impedir que se criminalice el enlace, sino para que en la redacción se les excluya a ellos, que es lo que se hace en el artículo 158.
- Proveedores de Servicios, Medios de Pago y Agencias de Publicidad. Se pretende convertir a todos estos agentes en policías a la fuerza. Todos ellos están obligados a cortarle sus servicios a la página que la Comisión les indique. Y si no lo hacen se establece un régimen de sanciones de 30.000 a 300.000 euros. Osea, que cuando alguien suba una película a un servicio de alojamiento y alguna página lo enlace, cualquier compañía de servicios de internet que tenga algún tipo de interacción de tipo económico con esta página corre riesgo de multas muy severas si no deja inmediatamente de trabajar con ella. Imaginémosnos un banner de un anunciante en esa página negociado a través de una agencia de medios y subido a una plataforma de ad exchange y pagado por transferencia bancaria. Todos esos agentes pasan a correr riesgo por este nuevo procedimiento. Da igual que muchas de esas decisiones sean automáticas y no manuales. Da igual que muchos de esos operadores estén fuera de España. A la página que la Comisión diga se la excluye del tráfico publicitario y del tráfico financiero. Ni en delitos económicos muchísimo más graves se prevé este tipo de sanción.
- Censura. Se sigue incluyendo como medida el cierre de un sitio si está alojado en España y también la solicitud a los operadores de red para que bloqueen el acceso a sitios alojados fuera de España. En los comentarios podéis hacer las analogías a los paises no democráticos que os sean más queridos.
- Privacidad: entrega de datos por prestadores de servicios. Se modifica la Ley de Enjuiciamiento Civil
Criminal para obligar a cualquier tipo de prestador de servicios, no solo las operadoras de telecomunicaciones, sino también de medios de pago y de publicidad, para que identifiquen al propietario de la página en cuestión. Esto es Google Adsense (o cualquier otro intermediario de publicidad) tendrá que identificar al propietario de una página que tiene su publicidad y enlaces a obras protegidas. De esto a identificar usuarios hay un paso muy pequeño.

- Actualización: Notificaciones para que no te enteres: me apunta David Maeztu que, además, se establece para esta materia la notificación por edictos. Esto es, no se hace una comunicación directa y te enteras cuando ya estás sancionado y sin posibilidad de alegar o hacer nada.
Seguro que hay más. Estas son las cosas más graves que yo he visto en la lectura apresurada que acabo de hacer.
Y ahora, ¿qué pasa?
Este texto es un borrador del Anteproyecto de Ley de Reforma de la Ley de Propiedad Intelectual. Ni siquiera sabemos si es el último. En teoría iba a ir hoy al Consejo de Ministros, pero parece que las críticas desde la propia industria cultural lo ha frenado. Posiblemente en una semana o dos, quizás coincidiendo con la Semana Santa, irá a Consejo de Ministros. Después va al Consejo de Estado, vuelta al Consejo de Ministros y luego al parlamento. Cultura dice que habrá un trámite de consulta pública de un mes. Todos los sectores se quejan de que no se les ha consultado o de que no les gusta la ley. Ibercrea, que es brazo armado del lobby cultural y se supone que sí está participando en la redacción es la que ha filtrado este borrador colgándolo en su web. Según El País también la AEDE (asociación de la prensa tradicional) está molesta. Obviamente todos los sectores de Internet. Adigital tuvo una reunión con Cultura en la que se prometió que se le haría llegar los textos para que pudiera opinar. Tampoco. Al final van a conseguir lo imposible, unir a sectores muy enfrentados entre sí, todos contra la misma reforma. Parece que el único que debe estar contento con ella es Planeta.

¿Habrá gran movilización en Internet?
No creo que del nivel de la de la Ley Sinde. Han pasado demasiadas cosas por medio. Hay foros de discusión y colectivos que ya no tienen las posibilidades de actuación de antes. También han pasado muchas cosas en el país y hay muchos otros temas muy graves por los que protestar. Ahora, ni entonces fue contra un partido ni ahora es por no atacar a otro. Sí creo que veremos entrar en la discusión a muchas empresas digitales que hasta hace poco creían que esto no iba con ellos. Si pensaban que lo de las cookies era grave, esto lo es más.
¿Qué pasará al final?
Al final la ley, con algunos cambios, se aprobará. No servirá para resolver los problemas de la industria cultural. Posiblemente, como ha pasado con la Ley Sinde, en la práctica sea poco operativa. Los que hacen negocio con los enlaces a obras buscaran la forma de seguir operando sin que la ley les afecte. Y mientras, habremos creado inseguridad jurídica, habremos perjudicado gravemente la posición competiva de las empresas españolas en internet, que con las obligaciones y riesgos de esta ley quedan en inferioridad de condiciones respecto a las internacionales, y habremos erosionado un poquito más las libertades públicas. Y luego nos quejaremos de que no se emprende, de que el talento no se quede en España o de que estemos atrasados en los sectores que precisamente más capacidad de creación de empleo tienen.
Actualización 19/03/13: parece ser que Ibercrea ha sustituido en su web el documento filtrado por otro texto. El documento filtrado lo podéis encontrar en este slideshare, ya de paso formateado correctamente.
por Julio Alonso | May 26, 2010 | Evolución Digital, Google, Medios

Se acaban de conocer unas declaraciones de Pedro J. Ramírez en las que insiste en que Google tiene que pagarles, como llevan cierto tiempo haciendo desde la asociación de la prensa de papel, la AEDE. En esta ocasión, entre otras cosas, les dedica el cariñoso epíteto de “parásitos sofisticados”. Reproduzco un fragmento íntegro del texto de Europa Press porque no tiene desperdicio:
En este sentido, el periodista reconoce el “valiosísimo” servicio de “intermediación, búsqueda y distribución de contenidos ‘on line’” que realiza Google, pero insiste en que “no puede ser” que el buscador “se quede con el 60 por ciento de la publicidad ‘on line’ en España” y afirma que es como si las empresas de distribución de los periódicos en papel “incluyesen publicidad en las furgonetas”.
Para el director de ‘El Mundo’, “una de las debilidades” del nuevo modelo de negocio por Internet es “el monopolio en la distribución” de los contenidos que ejerce Google, por lo que espera que los editores españoles se pongan de acuerdo “muy pronto” para plantear una demanda contra el buscador.
“Google no puede prescindir de los contenidos de los principales periódicos españoles. Va a tener que negociar y compartir con los editores los beneficios publicitarios que obtiene con su actividad como intermediador y distribuidor de contenidos”, concluye.
En este breve texto hay una cantidad de falacias, falsas conclusiones y errores de concepto increibles. Analicemos por partes. ¿Por qué no puede ser que Google se quede con el 60% de la publicidad online? Entiendo que porque a la empresa de Pedro J. y a las de unos cuantos editores más no les gusta. No veo otro motivo. En estas declaraciones, en la reunión con la ministra a principios de mes y en casi cualquier aparición pública de directivos de prensa (yo se lo oí a Angel Expósito de ABC en la mesa redonda que compartimos en el Seminario de Publicidad Online de la IAB la semana pasada), no han dejado de quejarse del papel en el mercado de Google y de reclamar parte de sus ingresos. Y sus argumentos no se tienen, se caen por su propio peso. O bien no han entendido nada de cómo funciona internet y qué hace Google, o bien defienden sus intereses particulares haciéndose los tontos. O incluso las dos cosas.
Las tesis de la AED se basan en que Google tiene un monopolio de la distribución de los contenidos en internet y que, gracias a ese contenido, consigue alzarse con el 60% de los ingresos de publicidad online. Siguen con que esos ingresos son posibles porque Google utiliza los contenidos de los editores, que son tan valiosos y tan caros de producir, para alimentar sus páginas. Y que hace esto sin compensarles a ellos como deberían. En la analogía de las furgonetas de distribución de la prensa ni entro porque es directamente estrafalaria.
Pero resulta que las cosas no son exactamente así. En primer lugar resulta que Google ha desarrollado un servicio muy apreciado por los usuarios de internet (mucho más que los que dan los diarios). Se ha convertido en pocos años, por méritos propios, sin ayuda de nadie, sin partir con una posición inicial, en la principal puerta de entrada a internet de muchísimos usuarios. Ojo, de muchísimos pero ni de lejos de toda la navegación de los usuarios. Muchas visitas se generan vía buscadores, pero también son muchas las que llegan directas y las que llegan de otros sitios de todo tipo distintos a Google. Y últimamente están subiendo mucho las que llegan desde redes sociales. Los datos varían para cada web, pero en ningún caso se puede decir que Google tenga un monopolio sobre la distribución de contenidos (o sobre la generación de audiencias, que sería un término más apropiado).
En cualquier caso, la cuota que tenga de las visitas totales se la ha ganado a pulso gracias a su tecnología y la utilidad que los usuarios derivamos de la misma. Y esto lo ha hecho sin aprovecharse de contenidos de terceros. Google muestra resultados para las búsquedas de sus usuarios y redirige cantidades ingentes de usuarios a las páginas que aparecen en sus resultados. Incluidos los medios de las empresas de la AEDE. Pero, además, los contenidos de empresas de la AEDE son una absoluta minoría en el total de enlaces de Google. Incluso en las primeras páginas de cada búsqueda. Podrían retirarlos en masa (cosa que Google les permite hacer en cualquier momento) y, aún así, las páginas de resultados de Google apenas perderían relevancia. Google no publica los contenidos completos (más que en las páginas de caché), ni sustituye la lectura de los mismos.
El modelo de negocio de Google se basa, principalmente, en los usuarios que ven su búsqueda satisfecha por enlaces patrocinados en vez de por resultados naturales. Y en otra parte por publicar esos mismos enlaces en multitud de páginas web, entre ellas las de varios diarios de la AEDE. Y en ese caso reparte sus ingresos, como acabamos de saber, entregando a sus partners entre un 51% y un 68%. Y eso en los acuerdos estándar. En el caso de algunos editores serán cantidades superiores. En el único servicio de Google en el que los contenidos de la AEDE son predominantes, en Google News (que también manda cantidades ingentes de tráfico a los editores), Google no tiene modelo de negocio. No cobra nada. No ingresa nada. Sigue su clásica estrategia de los bienes complementarios.
Por lo tanto, ni Google tiene un monopolio de la distribución de contenidos, ni este se basa en la utilización ilegítima de los contenidos de los editores, ni es dependiente de estos para su negocio ni tendría la más mínima posibilidad una demanda contra Google por ello. Por mucho que algunos, de forma interesada, hayan intentado azuzar a la AEDE para presentarla.
Pero, para rematar, es que el que Google compartiese sus ingresos de publicidad tampoco iba a resolver los graves problemas de la prensa escrita. No les iba a sacar de pobres. Como comentaba hace unos días en Nación Red:
Pero pongamos que se lleva a la práctica. Pongamos que, efectivamente, el gobierno se las ingenia para poner una tasa a Google. Suponiendo que Google en ese supuesto no opte por cerrar en España y atender el mercado español desde Argentina o México, que ya es suponer. ¿De cuánto dinero estamos hablando? Según el estudio de inversión publicitaria online de IAB, el total del mercado en 2009 fue de 654 millones de euros. De los cuales algo más de la mitad son enlaces patrocinados, osea, Google. Pongamos que son unos 350 millones de euros. Pongamos más bien que la IAB no acierta y que, en realidad, los ingresos de Google en España son mucho mayores, 1.000 millones por usar números redondos. ¿Qué parte de esa cifra de negocio les incautamos? Mirando los cánones que se han puesto a televisiones y operadoras con la historia de la ausencia de publicidad en TVE, un 1% se me antoja plausible. Estamos entonces hablando, en el mejor de los casos, de 10 millones de euros. Alguno dirá que Google también actúa en otros mercados de lengua española. Pero permítanme que lo ignore. No me imagino a Vocento, Unidad Editorial o Prisa convenciendo al gobierno argentino para aplicar allí el mismo régimen.
Todo esto, a repartir. Por un lado entre operadoras y generadores de contenidos. Pongamos que 5 millones para los operadores a repartir, y 5 para los generadores de contenidos a repartir. Lo de repartir 5 millones entre operadoras es de risa, no mueve ni una coma en sus resultados. Pero lo de repartir 5 millones de euros entre los generadores de contenidos es ya de traca. ¿Cómo se hace el reparto? ¿En función de qué criterio? ¿Por páginas vistas? ¿Por usuarios únicos? ¿Según Nielsen? ¿Según Comscore? De eso ¿cuánto le tocaría a cada uno de los tres presentes en la reunión? ¿Y a Weblogs SL, nos tocaría algo? ¿Y al blogger de a pie que genera contenidos día sí y día también?
Pues eso. Que queda muy bien señalar con el dedo a Google, que tiene Donettes y a mí no me da. Posiblemente sirve para justificar algunas miserias y para contarle milongas a los accionistas. Pero ni se sostiene ni sería siquiera solución. Dejemos de enredar, ¡por favor!
Foto | Oscar Espiritusanto