por Julio Alonso | Nov 9, 2016 | Política y Relaciones Internacionales

Anoche estuve hasta las cinco de la mañana siguiendo en vivo la campaña. Esta mañana llevo un par de horas despierto y todavía no termino de dar crédito. No era lo que se esperaba, no era lo que se predecía, no era lo que se deseaba. Sin entusiasmo por Hillary Clinton, tenía muy claro, como entiendo que muchos, que era una opción varios órdenes de magnitud mejor que Trump. Ahora estoy desconcertado. Estas son las cosas que me vienen a la cabeza para intentar empezar a dar una explicación:
Empezaría por la reflexión que hace Antonio Ortiz, que se está pasando a Medium: no entendemos el mundo en el que vivimos. Creemos que tenemos más información que nunca, que tenemos herramientas analíticas más potentes, pero en realidad vemos menos y entendemos menos de lo que vemos.
Llevamos unos años intentando encajar en nuestra visión del mundo y en nuestra ideología una sociedad que no entendemos. Los medios de comunicación, los analistas — desde los que ofrecen nuevas metodologías hasta los que encajan en la figura del intelectual clásico— , el endogámico círculo que creamos en redes sociales. Fracasamos una y otra vez en la tarea de volver a meter el genio en la botella.
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por Julio Alonso | Jul 22, 2014 | Evolución Digital, Internet y la Ley, Medios, Política y Relaciones Internacionales

Hoy se ha aprobado en el Congreso la modificación de la Ley de Propiedad Intelectual, que incluye, entre otras medidas en su mayoría también bastante deplorables, el ya famoso CanonAEDE. En realidad no se ha aprobado en el pleno del Congreso, sino en la Comisión de Cultura, en teoría formada por Diputados expertos en estos temas. El nivel de conocimiento sobre la ley que votaban ha sido francamente patético. Pilar Portero y Ana Cañil lo cuentan con detalle en el Huffpo. Diputados que no sabían qué se votaba, que sólo podían responder generalidades, que se iban antes de terminar la votación porque perdían el avión, que se liaban al votar…
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por Julio Alonso | Ago 24, 2011 | Política y Relaciones Internacionales
Ayer nos atragantó el desayuno a muchos la noticia de que PSOE y PP han llegado a un pacto para introducir una reforma en la Constitución Española (CE) que establezca una limitación de la capacidad del gobierno para incurrir en déficit presupuestario. Dicha reforma, además, se pretende tramitar en agosto, por la vía de urgencia, en un par de sesiones parlamentarias, sin el debido debate público y sin referendum.
Es cierto que todo esto es legal. El procedimiento de reforma constitucional que contiene la propia CE estable que se puede reformar sin referendum si la reforma es parcial y no se tocan ciertos apartados. También marca que incluso en este supuesto es preceptivo un referendum vinculante si lo solicita un 10% de los diputados o de los senadores. Visto el apoyo previsto a la reforma por parte de PSOE y PP, lo esperable es que no se solicite. Ahora bien, siendo legal, a mi juicio: no responde al espíritu de la norma; puede restarle legitimidad a la CE; el momento no es oportuno; las formas menos; el fondo, aún sin conocer, cuestionable; y lo mismo la eficacia que podría tener.
Oportunidad
El procedimiento de reforma constitucional sin referendum está previsto para reformas de elementos no sustanciales de la misma sobre los que exista un amplio consenso en la sociedad. No parece que este sea el caso, independientemente de lo que diga la actual aritmética parlamentaria. Y esto sin entrar en el debate sobre si un parlamento con fecha de disolución ya anunciada se debe meter en una reforma constitucional de las que en la historia de nuestra constitución sólo hay un precedente y muy menor.
Plantearlo en pleno mes de agosto, con todo el país de vacaciones, con una legislatura con final ya anunciado, y pretender aprobarlo por la vía de urgencia, en dos sesiones , y sin un debate público previo hace saltar todas las alarmas.
La actuación de este gobierno durante los últimos meses no ha hecho más que levantar recelos en una parte importante de la población. Se denuncia la distancia de los políticos profesionales con la población y los problemas que preocupan a esta. Se denuncia también el enquistamiento del sistema político que perpetúa el bipartidismo e impide que las minorías puedan, no ya tener peso en el parlamento; meramente dejar oir su voz. Se denuncia por último que estos actuen más pensando en los mercados que en los ciudadanos. Una reforma constitucional sin consenso social y sin referendum en este contexto es una bomba de relojería en la maltrecha credibilidad de nuestro sistema político.
Legitimidad
Una Constitución es la norma que establece el marco general de convivencia en un país. Debe ser una norma de gran estabilidad y del mayor consenso posible. Hasta ahora, y con ciertos matices, así ha sido. No quiere decir ello que todo el mundo esté de acuerdo con todo lo que dice la CE, o que no se piense que se le pueden introducir mejoras importantes. Quiere decir que se acepta como norma compartida. Que además de ser legal se considera legítima.
En el imaginario colectivo español existe la idea ampliamente compartida de que la CE es una norma difícil de modificar, que sólo se hace por consenso y que basa su legitimidad en su aprobación popular por referendo. Modificarla ahora en un tema sustancial y controvertido por esta vía no hace sino restarle apoyos a toda la Constitución. Es triste y me duele decirlo, pero así es. Y me parece un efecto muy grave.
Motivaciones
Con esta reforma, cuyo texto detallado todavía no se conoce, se pretende fijar por ley la obligación de no sobrepasar un nivel máximo de déficit público. Se supone que con ello se conseguirá mayor disciplina fiscal de los sucesivos gobiernos, mayores niveles de credibilidad para nuestra economía y, en definitiva, apaciguar a los mercados.
Me parece especialmente preocupante porque supone consagrar en la CE una determinada interpretación de la economía que no es ni mucho menos una ciencia exacta. Importantes economistas, premios Nóbeles como Krugman, Stiglitz o Nourini mantienen posturas contrarias.
Desde mi punto de vista el gran problema con esta cuestión es que interesadamente se habla sólo de uno de los aspectos: el total del gasto anual y no del resto del fenómeno. En particular:
1. ¿Cuáles son las fuentes de ingresos del estado y cómo contribuyen todos los ciudadanos a su mantenimiento? Me llama poderosamente la atención que muchos de los que se escandalizan con los déficits públicos luego presuman en privado de cómo evaden impuestos más o menos descaradamente.
¿Por qué se pretende fijar en la CE un máximo de déficit y no un mínimo de contribución impositiva?
2. ¿En qué se gasta el presupuesto público? Me parece poco aceptable que el déficit sirva para cubrir gastos corrientes (con algunas excepciones en gastos de tipo social). Ahora, me parece muy necesario que se pueda incurrir coyunturalmente en déficit para financiar políticas que fomenten el crecimiento económico y la innovación. Luego podemos entrar en cuáles y si más o menos, pero prohibirlo en la CE me parece una aberración.
Se puede hablar mucho de si es prudente o no endeudarte como particular y a qué niveles. Ahora, lo que a nadie se le ocurre es prohibir por ley que alguien se pueda endeudar. Esto es parecido.
3. ¿Por qué debe ser una norma sagrada un cierto porcentaje de déficit presupuestario sobre el total de PIB y no otro? ¿Cuál es el fundamento económico? (Siento no disponer de una conexión de internet decente mientras estoy de vacaciones para poder poner un par de enlaces muy ilustrativos al respecto).
Eficacia
¿Realmente alguien se cree que se va a respetar una norma así? ¿Que en caso de aprobarse se van a acabar nuestros problemas económicos y nuestros gobiernos se van a convertir de la noche a la mañana en modelos de austeridad y de eficacia económica?
Si la reforma llega a aprobarse el gobierno de turno buscará los instrumentos para poder seguir endeudándose sin que se considere déficit y sin incumplir técnicamente la norma. Leo en twitter (sin conexión buena se me hace difícil ir a comprobarlo) que la Constitución Alemana tiene una norma similar desde 2009 que impide un déficit superior al 0,35%, pero que en la letra pequeña dice que dicha limitación se puede evitar con una mayoría simple en el parlamento.
La disciplina y la eficiencia económica tienen que ser algo en lo que crean los gobernantes y que les exijan sus ciudadanos. Si intentamos sustituir responsabilidad por obligación normativa es que ya damos por perdida la batalla. Y de paso enrarecemos un poco más el clima político, aumentamos la distancia de la clase política profesional con la población y reducimos la legitimidad para muchos de todo el sistema. Great move!
por Julio Alonso | Jun 17, 2011 | Evolución Digital, Internet y la Ley, Política y Relaciones Internacionales
Como parte del #15m me declaro una persona pacífica y condeno radicalmente todo tipo de violencia: la de los violentos infiltrados en nuestras manifestaciones, y la del Estado, que ha causado más dolor y heridos. Además, condeno la manipulación mediática que enfatiza la información sesgada, parcial o errónea con el propósito de demonizar a los ciudadanos.
Si me manifiesto en la calle es porque:
- Mi participación como ciudadano se ha reducido a votar a listas cerradas cada cuatro años para ver cómo los representantes de los ciudadanos no respetan lo prometido en su programa.
- Se hacen leyes a favor de grupos de interés en vez de hacerlas a favor del conjunto de la sociedad.
- Se invierten recursos públicos para ayudar a minorías poderosas, y no a quienes están pasando situaciones desesperadas ocasionadas por la especulación financiera.
- Los grandes partidos están más preocupados por mantener su poder que por ofrecer soluciones para superar esta crisis histórica.
- Está a punto de firmarse un “Pacto del Euro” que consiste fundamentalmente en medidas para reducir la inversión pública en servicios esenciales.
- Desde diferentes órganos del estado se ha insultado a los ciudadanos, e incluso se ha justificado el recurso a la violencia contra manifestantes pacíficos.
Como parte del #15m, acepto y respeto la diversidad ideológica del movimiento. Cuando participo en una manifestación no reclamo un régimen o una ideología en concreto, ni un modelo social no democrático, ni la eliminación de los partidos o los parlamentos. Lo que reclamo es una democracia mejor y más humana que, entre otras medidas, necesita urgentemente:
- Cambios en la Ley Electoral para permitir una mejor y más directa representación de los ciudadanos en los parlamentos y una mayor participación ciudadana en las decisiones importantes.
- Aprobación de una Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para obligar a la publicación en formatos adecuados y reutilizables de todos los gastos, decisiones y reuniones con grupos de presión por parte de funcionarios y cargos públicos.
- Tolerancia cero a la corrupción de candidatos y cargos públicos, y controles ciudadanos para la exigencia de responsabilidad política.
- Separación clara, real y efectiva de los poderes del estado.
- Control fiscal efectivo de grandes fortunas y operaciones financieras; eliminación de privilegios fiscales a cargos electos.
- Políticas encaminadas a solucionar de forma efectiva los problemas hipotecarios y de vivienda.
- Servicios públicos de calidad, fundamentalmente salud, justicia y educación.
- Eliminación de las leyes que permiten el control administrativo de Internet. La red ha demostrado ser esencial para la libertad de expresión y para responder al peligro de manipulación mediática.
Por todas estas razones volveré a salir pacíficamente a la calle el 19 de junio, #19j.
Si estás de acuerdo, aprópiate del texto y divúlgalo (enlace al documento original)
por Julio Alonso | May 17, 2011 | Evolución Digital, Internet, Política y Relaciones Internacionales

1.- OBJETIVO DE #NOLESVOTES. Las personas que apoyamos a la iniciativa #nolesvotes desde sus inicios, a la vista de la catarata de tergiversaciones vertidas por políticos y medios de comunicación, queremos recordar y subrayar que la iniciativa en ningún modo promueve la abstención, y que surgió para hacer una llamada al ejercicio del voto responsable el próximo 22-M. La iniciativa pide específicamente que no se vote a los partidos que responden a intereses distintos a los de la ciudadanía: PP, PSOE y CiU, pero recomienda que en su lugar se examinen otras opciones. La iniciativa no pide el voto para ninguna opción concreta: el voto es responsabilidad de cada ciudadano.
2.- HAZ DE TU PÁGINA UN CARTEL ELECTORAL. Las calles están llenas de carteles electorales, pero muchas personas no se ven representadas en ellos: la intermediación hizo que la política sea cada vez más lejana al ciudadano. Para subsanar tal déficit democrático, proponemos que todo ciudadano que así lo desee pueda convertir su blog, su web, su muro o su twitter en un “cartel electoral” del movimiento. Si quieres respaldar esta iniciativa, convierte tu sitio en Internet en un cartel electoral antes de las 24 horas del próximo día 20 de mayo, con el logotipo de #nolesvotes o de las plataformas con las que simpatices, y el texto “ni PP, ni PSOE, ni CiU”.
3.- COLABORACIÓN DISTRIBUIDA. Te invitamos a copiar este texto y construir páginas de enlaces que referencien todos los sitios que dan apoyo a la iniciativa. De igual modo, invitamos a los demás colectivos que comparten nuestra propuesta a que lleven a cabo acciones similares. La fuerza de la red reside en la distribución y colaboración entre sus nodos.
4.- TÚ ERES EL ALTAVOZ. Tan importante es la red como la calle: no te limites a actuar en internet. Levántate y explícaselo a todos tus conocidos, especialmente a aquellos más vulnerables a la propaganda en los medios de comunicación masivos.
5.- ACCIÓN. No te quedes en casa el domingo 22. Sal a la calle y ejerce tu derecho al voto. No votes a quienes, actuando abiertamente en contra de la voluntad e intereses de los ciudadanos, han convertido la democracia en una burla de sí misma. Por la participación democrática activa: ni PP, ni PSOE, ni CiU.
#nolesvotes
Más información
Manifiesto de #Nolesvotes | http://www.nolesvotes.com/
Wiki colaborativo #nolesvotes | http://wiki.nolesvotes.org/wiki/Portada
Twitter #nolesvotes | http://twitter.com/#!/search/nolesvotes
Facebook #nolesvotes | http://goo.gl/4Nmj1
Material gráfico #nolesvotes | http://goo.gl/dbGAb
por Julio Alonso | Mar 31, 2011 | Evolución Digital, Política y Relaciones Internacionales

La corrupción en España alcanza niveles alarmantes. No se trata sólo de los casos de corrupción urbanística, cohecho, prevaricación, etc., que afectan de manera generalizada a los grandes partidos: hablamos de corrupción en los mismos fundamentos del sistema.
En este contexto se ha asentado la alternancia perpetua de organizaciones políticas aferradas al poder durante décadas (PP, PSOE, CiU…), sin otras opciones más que aquellas necesarias para conseguir sus propios objetivos, sin permeabilidad de nuevas ideas, sin permitir la participación activa de la ciudadanía, asfixiando toda posibilidad de regeneración democrática.
La ley electoral ha sido blindada a medida de los grandes partidos al penalizar desmesuradamente la representación de las minorías. A diferencia de otros países con una democracia saludable, nuestros parlamentos no reflejan la diversidad ideológica de la sociedad española.
La partitocracia se ha profesionalizado: no llegan al poder los mejores, sino los que desde muy jóvenes se han dedicado a gestionar influencias e imponer la disciplina de la jerarquía. La voluntad de los ciudadanos es ignorada en la toma de las decisiones importantes, que son adoptadas a la medida de grupos de presión que sólo representan los intereses de minorías mediáticas o económicamente poderosas. Los anteproyectos de ley se elaboran a espaldas de los ciudadanos, manipulando la información y dando por buenos estudios e informes fraudulentos.
El único resquicio de participación que nos dejaron son las convocatorias electorales. Pero en cada una de ellas los partidos mayoritarios recurren a listas cerradas y bloqueadas, a la campaña del miedo, a pedir el “voto útil” para que no gane el adversario con el que se alterna en el poder. Pese a que la sociedad española considera a los políticos el tercer problema del país, se vuelve una y otra vez a votar a los mismos: a políticos que gobiernan aislados de la ciudadanía, y con la intención de mantener esa situación indefinidamente.
El 22 de mayo estamos convocados para ejercer nuestro principal derecho democrático: el voto. Durante la campaña electoral, en un marco de brutal crisis económica, se apelará al miedo más que nunca. Puedes rendirte una vez más, hacerles caso. Pero también puedes tomar conciencia de tu poder como ciudadano: abrir los ojos e implicarte personalmente en la red de ciudadanos hastiados que consideran que está en nuestras manos mejorar la situación. Puedes contribuir a que haya más debate de los temas importantes, a que se nos informe correcta y objetivamente, a que la toma de grandes decisiones no dependa solo de que dos o tres élites dirigentes se pongan de acuerdo, dando la espalda a la opinión y el interés de la mayoría ciudadana.
Un voto – el tuyo – no puede ser un cheque en blanco para que un partido pueda despreocuparse durante cuatro años de la voluntad popular. La toma de decisiones políticas a la medida de grupos de presión financieros o mediáticos son el síntoma de que algo va muy mal en nuestra democracia: el resultado del divorcio entre la ciudadanía y los partidos mayoritarios que se alternan en el poder.
No te pedimos el voto por ningún partido o ideología en concreto, sino que te informes para comprobar si existen alternativas políticas que quizás representan mejor tus ideas, y lo que los ciudadanos concebimos como democracia. La democracia no son los grandes partidos: la democracia eres tú, y millones como tú.
Sin tu voto no son nada. El próximo 22 de mayo, NO LES VOTES.
Tenemos muchas más razones.
Si quieres debatirlas y trabajar con nosotros, pásate por el wiki:
WIKI.NOLESVOTES.ORG