Cultura no admite discusión alguna sobre la ley

Reunión con el Ministerio de Cultura

¿Cómo surgió esta reunión?
Anoche apresuradamente y a última hora nos llamaron a unos cuantos para ir esta mañana a una reunión en el Ministerio de Cultura. Los convocados somos gente de internet de procedencia diversa: hay bloggers, periodistas, empresarios… Lo que se ha dado en llamar La lista de Sinde. ¿A quién representábamos? En realidad cada uno a sí mismo y puede que ni eso. Pero yo creo que en conjunto sí que hemos sido capaces de hacer llegar al ministerio el sentir de mucha gente en internet.

¿Cómo fue la reunión?
La verdad es que ya antes de ella no teníamos unas expectativas muy altas de ir a conseguir gran cosa en esta reunión, pero la palabra que define nuestro estado de ánimo al salir es decepción. La reunión empezó con la ministra llegando tarde. Se quedó durante una media hora o algo más y se fue antes de que acabase, a inaugurar un Museo y con el gesto algo torcido, o al menos eso me pareció a mí. Después de la salida de la ministra la interlocución fue con Guillermo del Corral Van Damme, Director de Política Cultural. Tras otra media hora aproximadamente, y cuando varios de los convocados se habían marchado y otros estábamos ya de pie, se cerró la reunión sin ningún acuerdo ni siguientes pasos marcados y con, por así decirlo, todas las espadas en alto.

La postura del Ministerio
El Ministerio declara que su objetivo es la promoción de la cultura en internet y que son neutrales respecto a los distintos modelos de negocio (de pago, de acceso gratuito). Justifican esta medida, que aseguran llevar preparando durante meses y haberla consultado ampliamente (aún no sabemos bien con quién), en que así se genera seguridad jurídica (tal cual). Su posición es que ellos no tienen ninguna intención de modificar el anteproyecto de ley ni de retirar la disposición adicional primera. Tampoco están dispuestos a sacarla de la ley de economía sostenible para discutirla y obtener mayor consenso de cara a su aprobación más adelante. La única vía de modificación que admiten es la transacción con otros grupos en el trámite parlamentario. Ofrecen tener en cuenta a los que estábamos en la reunión en la posterior tramitación del reglamento. Y, para rematar, ponen sobre la mesa un presupuesto de 30 millones de euros (si me falla la memoria que me corrija alguno de los presentes) para promocionar la cultura en internet. En especial para crear un, palabras textuales, “super-portal de contenidos culturales”.

Afirman también que el objetivo fundamental de la ley es perseguir, no ya a las webs de enlaces, sino a las webs de pago que proporcionan contenidos en streaming (que según mis cálculos rápidos no deben llegar ni a 20 en total). Para ello cerrarían webs e incluso ordenarían a los proveedores de acceso el bloqueo de webs alojadas en el extranjero. Ante nuestra comparación de dicho fenómeno con la situación de internet en China nos han respondido: “esto no es nuevo, es algo que ya hacemos”.

Por último, su pretensión es que la ley quede tal cual, y luego incorporar garantías de todo tipo y color en el reglamento que la desarrolle. Incluso se ha llegado a insinuar que alguno de los componentes de la citada comisión podría provenir del mundo de internet.

Mi opinión personal
Desde mi punto de vista lo que es inaceptable es que el procedimiento para cerrar webs en internet no tenga las mismas garantías que el procedimiento para cerrar medios de comunicación fuera de internet. Esto es, sólo mediante intervención de un juez. Me parece además de una falta de coherencia supina que ayer mismo Zapatero defendiera una parte de esta ley diciendo que no está dispuesto a quitar la protección judicial a las relaciones laborales y por otra parte estén intentando quitar la protección judicial a la libertad de expresión en internet.

Por otra parte no me parece aceptable ni responsable abrir un agujero enorme en la ley con esta disposición y luego poner las garantías en el reglamento (que es una norma de nivel inferior que aprueba el ministerio o el consejo de ministros sin necesidad de pasar por el parlamento). Si efectivamente el objetivo real de la ley son las webs de streaming de pago, estamos matando moscas a cañonazos. Es como pretender eliminar cuatro malas hierbas en un sembrado inmenso inundándolo con un pesticida que, además, ni siquiera es efectivo contra esas malas hierbas. Ya no es un problema de cuál es la intención real del gobierno con esta medida. Es que se deja el camino abierto para que este gobierno, y otros que puedan venir después, tengan un instrumento para censurar la libertad de expresión en internet.

Además, esta medida introduce un importante componente de inseguridad jurídica para todos los que, mal o bien, intentamos lanzar proyectos y hacer cosas en internet. Nos deja expuestos a que alguien a quien no le guste una crítica nos denuncie a la comisión alegando algún tipo de violación de la propiedad intelectual y el cierre de nuestra web lo decida la mencionada comisión sin intervención de un juez. Y claro, luego se puede recurrir, pero mientras la web está cerrada, y esas cosas no son rápidas precisamente. Así no hay quien invierta, quien innove ni quien se arriesgue a probar cosas nuevas en internet. Calla, que lo mismo ese era parte del objetivo.

Lo del “super-portal”, lo del dinero para proyectos culturales en internet y lo de la posible participación en la comisión me parecen tan, tan increíbles que prefiero ahorrarme adjetivos de los que luego me vaya a arrepentir.

Pero no nos engañemos. Cultura no nos ha convocado para oir nuestra opinión antes de preparar la ley. El anteproyecto de ley ya estaba preparado y aprobado en Consejo de Ministros cuando nos hemos enterado. Y sólo nos ha recibido porque en dos días se ha montado un revuelo tremendo en internet. Un revuelo que no se esperaban. Nos han dicho que llevaban meses preparando la ley y consultando con colectivos de lo más diverso. Y, sin embargo, en todo ese proceso, no se ha contactado con nadie de internet. Ni empresas, ni asociaciones de usuarios de internet, ni expertos, ni nadie de nadie. Me dicen que ni siquiera con los operadores de telecomunicaciones. Esta ley se ha hecho claramente a espaldas de internet. Hoy no nos han convocado para discutir la ley; sólo para intentar aplacarnos.

Y ahora ¿qué?
Ahora toca que todos los que nos hemos movilizado por esto: los que hemos estado en esta reunión, los que participamos en la redacción del manifiesto, los que han estado discutiendo sobre esto en sus blogs, en sus twitters, en sus facebooks, en sus redacciones, en sus empresas, en sus correos con sus contactos, sigamos peleando por ello. Se ha creado un grupo en facebook que ya tiene 46.000 miembros y que posiblemente suba mucho más. Desde él se han convocado manifestaciones en Madrid y Barcelona para mañana por la tarde. A muchos de los convocados nos han llamado de infinidad de medios de comunicación tradicionales. Nos han llamado también del PP, e imagino que pronto de otros partidos, para hablar sobre esto. Yo, por mi parte, estoy dispuesto a sentarme con quien me convoque para explicarle nuestra postura. Pero, obviamente, sin casarme con nadie, que esto no va de eso.

Esta protesta ha surgido de manera espontánea y distribuída. Esta es la naturaleza de internet. Es lo que desconcierta a los políticos tradicionales. Creo que la mejor manera de mantenerla viva y de intentar que consiga sus objetivos: la retirada de la disposición adicional primera del anteproyecto de ley, es mantenerla así. Sin centralizarla, sin que nadie asumamos protagonismos que no nos corresponden. Pero aportando cada uno nuestro granito de arena para que, por una vez, la opinión de internet sea tenida en cuenta. Al menos en los temas que nos afectan directamente.

Fotos | Jesús Encinar
Twits | Lista de Sinde, #Manifiesto

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